Por Juan Pablo Ojeda
La diputada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, Yuriria Ayala, ofreció una disculpa pública a las y los capitalinos luego de la confrontación física que protagonizó con la legisladora del PAN Claudia Pérez durante la sesión del pasado lunes, un episodio que obligó a suspender los trabajos legislativos y evidenció el nivel de tensión política en el recinto.
A través de un video difundido en redes sociales, Ayala lamentó los hechos violentos en los que se vio involucrada y llamó a todas las fuerzas parlamentarias a evitar que este tipo de situaciones se repitan. “Reitero una disculpa para los habitantes de esta ciudad y hago un llamado a todas las facciones parlamentarias para que estos hechos no vuelvan a suceder”, expresó.
Horas antes, la legisladora morenista había declarado ante medios que el movimiento fundado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador se concibe como una “revolución de las conciencias” de carácter pacífico. En ese contexto, sostuvo que la confrontación se dio luego de que, a su juicio, diputadas del PAN recurrieran a la agresión física tras verse superadas en el debate.
El altercado ocurrió el 15 de diciembre, durante la discusión del dictamen que plantea la desaparición del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de la Ciudad de México (InfoCDMX). La sesión se tornó caótica cuando legisladores del PAN tomaron la tribuna para frenar el avance del dictamen, al acusar que Morena pretendía modificar acuerdos sobre la integración del nuevo órgano que sustituiría al instituto.
La protesta escaló rápidamente de los reclamos verbales a los empujones, jaloneos y golpes entre legisladores de Morena y del PAN, incluso en las inmediaciones de la Mesa Directiva. Imágenes difundidas posteriormente mostraron escenas poco comunes en el Congreso capitalino, como jalones de cabello y forcejeos entre diputadas.
Como resultado del enfrentamiento, la diputada Claudia Pérez resultó lesionada y tuvo que recibir atención médica dentro del recinto, lo que llevó a la Mesa Directiva a decretar un receso y suspender la sesión ante la falta de condiciones para continuar. Posteriormente, se analizó la posibilidad de reanudar los trabajos en una sede alterna.
A la toma de tribuna del PAN se sumaron legisladores del PRI, quienes respaldaron la acción como una forma de presión política. La oposición argumentó que la mayoría oficialista incumplió el acuerdo para que el nuevo órgano de transparencia fuera tripartito, lo que, a su juicio, debilitaría la autonomía y la función de vigilancia sobre el poder público.
Desde Morena, en contraste, se defendió la legalidad del proceso legislativo y se aseguró que el dictamen cumple con los procedimientos establecidos. No obstante, el episodio fue ampliamente condenado por distintas voces, incluso dentro del propio Congreso, que llamaron a restablecer el diálogo, el respeto parlamentario y la civilidad política.
La sesión del 15 de diciembre quedó marcada como una de las más tensas en la historia reciente del Congreso de la Ciudad de México, reflejo del profundo desacuerdo político en torno a la reforma en materia de transparencia.















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