Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta Claudia Sheinbaum fue reconocida como Persona del Año por PETA Latino, un galardón que la organización otorgó por primera vez y que destacó como producto de un conjunto de reformas consideradas “sin precedentes” en favor de los animales. El reconocimiento no cayó del cielo: responde a una trayectoria de decisiones que han ido cambiando el marco legal y cultural sobre el trato a los animales en México.
PETA subrayó tres ejes clave: la protección animal en la Constitución, el fin de los delfinarios y el impulso para limitar las corridas de toros. Como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Sheinbaum respaldó las medidas que frenaron espectáculos taurinos, y ya como presidenta promovió la reforma al Artículo 4, que por primera vez prohíbe el maltrato y obliga al Estado a garantizar su cuidado. Esa modificación abrió la puerta a nuevas políticas y presionó para que otros estados —como Michoacán— avanzaran en prohibiciones totales.
La organización también destacó su apoyo a una ley que acabó con la explotación y confinamiento de delfines con fines de entretenimiento, una medida que llevó al cierre de delfinarios y respondió a la presión social de colectivos y activistas.
Al ser cuestionada sobre el reconocimiento durante su conferencia matutina, Sheinbaum adelantó que su gobierno respaldará una nueva ley de cuidado animal, actualmente en discusión en la Cámara de Diputados, y que pidió incluir a asociaciones protectoras en la elaboración final de la iniciativa.
En su comunicado, PETA Latino aseguró que Sheinbaum “ha dejado claro que es hora de proteger a los animales” y celebró su liderazgo como un referente para colocar el bienestar animal en la agenda pública. El organismo reconoció avances como cierres de instalaciones —incluido el delfinario del Hotel Barceló— y el crecimiento de estados que han prohibido la tauromaquia.
Para PETA, la distinción refleja una visión política que integra empatía, legalidad y cambios culturales, y envió un mensaje directo a la ciudadanía: seguir impulsando la defensa animal, rechazar espectáculos que involucren sufrimiento y promover hábitos de vida más compasivos.















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