Por Bruno Cortés
En medio de un panorama marcado por lluvias intensas y tragedias en distintos estados del país, la política mexicana tuvo hoy un respiro de humanidad. En la Cámara de Diputados, donde normalmente vuelan los reclamos y las posturas partidistas, legisladores de todos los colores se pusieron de acuerdo para ayudar.
La presidenta de la Mesa Directiva, Kenia López Rabadán, y el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, encabezaron el envío de 49.5 toneladas de víveres e insumos para las familias afectadas por las lluvias. No se trató de un acto político, sino de un gesto institucional —como ambos subrayaron— en el que participaron diputadas, diputados, trabajadores del recinto y ciudadanos que acudieron al centro de acopio instalado en San Lázaro.
“Ya estamos enviándolas, porque es cuando hacen falta”, dijo Monreal, al explicar que esta es solo la primera entrega de varias que se planean. Prometió que en los próximos días se duplicará la ayuda con más despensas, cobijas y agua potable para quienes lo han perdido todo. “A quienes están sufriendo, les pedimos no desesperarse. La ayuda va a llegar. No los vamos a dejar solos”, aseguró con firmeza.
En su mensaje, la panista Kenia López coincidió en que este esfuerzo no tiene colores ni ideologías: “Hoy lo que toca es ser solidarios”, dijo. Agradeció la colaboración de todos los grupos parlamentarios y de los ciudadanos que se sumaron. “Este es solo un granito de arena, pero juntos podemos demostrar que México es más fuerte cuando está unido.”
El envío de ayuda humanitaria se dirige a cinco estados particularmente afectados por las lluvias. Desde el Congreso, los legisladores quisieron enviar no solo despensas, sino también un mensaje de cercanía y compromiso con las comunidades golpeadas por el mal tiempo.
López Rabadán fue clara al decir que en momentos de crisis se necesita unidad y empatía: “Más allá de los partidos, más allá de las diferencias, hay cosas que nos unen, y una de ellas es ayudar a las familias que hoy más lo necesitan.”
En una época en la que la política suele estar dominada por la confrontación, el gesto no pasó desapercibido. Monreal y López, figuras de corrientes distintas, compartieron el mismo micrófono y el mismo mensaje: la solidaridad está por encima de las campañas y los discursos.
Este primer envío de casi 50 toneladas simboliza algo que pocas veces se ve en el Congreso: acuerdos sin pleito, ayuda sin propaganda y una Cámara que, al menos por un día, se olvidó de las diferencias para hacer lo que debería ser lo más básico en la política: servir a la gente.
Y aunque falta mucho por hacer —porque las lluvias han dejado daños severos y comunidades enteras afectadas—, el compromiso es claro. Habrá más envíos, más coordinación y, ojalá, más momentos donde los legisladores actúen como lo que dicen ser: representantes del pueblo.
En palabras de Kenia López: “Aquí estamos, no están solos.”
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