Por Juan Pablo Ojeda
El Día de Muertos en México es una de las tradiciones más emblemáticas del país, donde la ofrenda o altar de muertos se coloca para honrar la memoria de los seres queridos y propiciar un reencuentro espiritual. Aunque los días principales son el 1 y 2 de noviembre, la tradición establece un calendario específico según el tipo de difunto:
-
27 de octubre: mascotas
-
28 de octubre: muertes trágicas
-
29 de octubre: ahogados
-
30 de octubre: almas olvidadas o purgatorio
-
31 de octubre: niños no bautizados
-
1 de noviembre: niños (Día de Todos los Santos)
-
2 de noviembre: adultos (Día de los Fieles Difuntos)
Elementos esenciales de la ofrenda
Cada altar contiene elementos simbólicos que guían y honran a los difuntos:
-
Agua: simboliza la vida y purifica el alma.
-
Sal: purifica y evita la corrupción del cuerpo en su viaje.
-
Velas y veladoras: representan luz, fe y esperanza; guían a las ánimas.
-
Copal e incienso: limpian el espacio de malos espíritus.
-
Flores: principalmente cempasúchil, para aromatizar y guiar al alma; alhelí y nube en altares infantiles.
-
Petate: lugar para descansar al difunto.
-
Pan de muerto: simboliza la vida y la muerte.
-
Comida y licor: los favoritos del difunto.
-
Calaveritas de azúcar o chocolate: representaciones devocionales.
-
Papel picado: representa el aire.
-
Juguetes: para niños y mascotas fallecidos.
-
Fotografías, imágenes de santos y cruces de ceniza: recuerdan al difunto y facilitan su tránsito.
Niveles del altar
El altar puede tener varios niveles según la tradición y el significado:
-
Dos niveles: cielo y tierra.
-
Tres niveles: cielo, tierra e inframundo.
-
Siete niveles: los siete lugares que el alma debe atravesar para su descanso eterno.
El altar suele coronarse con un arco hecho de palmilla o carrizo, que simboliza la entrada al más allá, completando así un espacio lleno de simbolismo y respeto por quienes ya partieron.














Deja una respuesta