El periodo vacacional de invierno ha detonado la movilización masiva de habitantes de la Ciudad de México hacia destinos turísticos cercanos, saturando las principales salidas carreteras desde este fin de semana. Ante el estrés acumulado del año y el caos vial de la capital, las familias buscan refugio en localidades que ofrecen experiencias temáticas de temporada o el clásico clima cálido de la costa. Datos de la Secretaría de Turismo federal proyectan una ocupación hotelera superior al 85% en los principales Pueblos Mágicos del centro del país, confirmando la reactivación total del sector tras los años de incertidumbre económica.
Atlixco, en Puebla, se posiciona nuevamente como el destino líder para el turismo de un solo día o de fin de semana gracias a su famosa «Villa Iluminada». Este espectáculo de luces LED, que transforma las calles del centro histórico en un corredor peatonal brillante, atrae a miles de visitantes que saturan la autopista México-Puebla desde tempranas horas. Las autoridades locales recomiendan planificar la llegada antes de las 16:00 horas para encontrar estacionamiento y evitar los embotellamientos en la entrada del municipio, que pueden retrasar el ingreso hasta dos horas en días pico.
Por otro lado, Tlalpujahua, Michoacán, vive su temporada dorada como la «capital mundial de la esfera». Este Pueblo Mágico no solo ofrece un paisaje arquitectónico colonial, sino que es el epicentro de la compra de adornos navideños. Los talleres de vidrio soplado reportan ventas récord, ya que los capitalinos prefieren viajar para adquirir piezas artesanales a precios de productor, evitando los sobrecostos de los mercados urbanos. La derrama económica en esta zona es vital para las familias de artesanos que trabajan todo el año preparando el inventario para estas fechas decembrinas.
En el caso del turismo de playa, Acapulco se mantiene como el destino sentimental y geográfico por excelencia para los capitalinos, a pesar de los retos de reconstrucción que aún enfrenta. El puerto guerrerense muestra una resiliencia notable, con una oferta hotelera en la Zona Dorada y Diamante operando con capacidad suficiente para recibir a los turistas. La búsqueda de «estatus de recuperación» por parte de los viajeros es evidente; hay un interés genuino en apoyar la economía local consumiendo en restaurantes y comercios, devolviendo un poco de vida a la Costera Miguel Alemán.
Para quienes buscan opciones menos saturadas pero con encanto invernal, destinos hidalguenses como Real del Monte y Huasca de Ocampo ganan terreno. La cercanía con la CDMX (menos de dos horas) y su oferta gastronómica basada en pastes y cocina de leña, los convierte en opciones viables para escapadas exprés. Sin embargo, se advierte a los conductores sobre la presencia de neblina densa en la carretera México-Pachuca y el Corredor de la Montaña, por lo que se exhorta a manejar con precaución y revisar el sistema de luces del vehículo.
Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) ha implementado operativos especiales en las casetas de cobro de Tlalpan, Zaragoza y México-Pachuca para agilizar el tránsito, habilitando carriles reversibles en horarios específicos. No obstante, se prevé que el aforo vehicular se incremente hasta en un 40% respecto a un fin de semana normal. Se sugiere a los viajeros contar con su sistema de peaje electrónico (Tag) con saldo suficiente para evitar filas en el pago de casetas y agilizar el flujo en las autopistas.
El aspecto presupuestal también juega un papel crucial en esta temporada. Si bien viajar por carretera es más económico que volar, el costo de gasolinas y peajes ha tenido ajustes inflacionarios que deben considerarse. Expertos en finanzas personales recomiendan establecer un presupuesto diario para alimentos y actividades, evitando el «tarjetazo» impulsivo que pueda comprometer la cuesta de enero. Las aplicaciones de alojamiento temporal están viendo un repunte en reservas de último minuto, ofreciendo una alternativa competitiva frente a las tarifas hoteleras de temporada alta.
Finalmente, la gastronomía local funge como el gran consolador del viajero. Ya sea un plato de cecina en Yecapixtla, unos romeritos en Puebla o un pescado a la talla en Barra Vieja, la experiencia culinaria sigue siendo el motor que impulsa a los chilangos a soportar horas de tráfico. El regreso a la ciudad, programado masivamente para los primeros días de enero, requerirá tanta paciencia y planificación como la salida, cerrando así el ciclo vacacional más importante del año.















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