Por Juan Pablo Ojeda
A solo tres días del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, la herida sigue abierta en Michoacán. En medio del duelo y la incertidumbre política, su hermano, Juan Manzo, subsecretario de Gobierno estatal, descartó contender por la presidencia municipal, pese a que muchos lo veían como el relevo natural dentro del Movimiento del Sombrero, el proyecto independiente que fundó el edil fallecido.
En entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, Juan fue claro: no participará como candidato porque no pertenece formalmente al movimiento, aunque sí comparte sus ideales y mantiene amistad con muchos de sus integrantes. “No estaría yo en esa posición. Prefiero respetar a los compañeros y amigos que fundaron el movimiento”, declaró. También subrayó que la decisión sobre quién encabezará la candidatura será tomada exclusivamente por los miembros del grupo que lideraba su hermano: “La decisión va a emitirse directamente del movimiento independiente”.
El funcionario reconoció que hay otros perfiles con liderazgo y capacidad para continuar el proyecto político de Carlos, y aunque admitió que hay tensión entre el Gobierno estatal y la administración municipal tras el ataque, también afirmó que se mantiene una relación institucional con el equipo más cercano del alcalde. “A nadie más le puede doler la muerte de Carlos que a su familia y a muchos más”, dijo con evidente sentimiento.
Mientras tanto, la administración municipal debe seguir funcionando. La jefa de Gabinete de Uruapan, Mary Dóddoli, explicó que el proceso para nombrar a un nuevo alcalde se regirá por la Ley Orgánica Municipal. En lo que se emite una convocatoria al cabildo, la síndica municipal, Flor Maldonado, será quien quede al frente del gobierno por un periodo aproximado de 30 días.
Durante ese tiempo, el Movimiento del Sombrero deberá definir a la persona que asumirá la presidencia municipal para completar el periodo constitucional que dejó inconcluso Carlos Manzo. La decisión no será sencilla: el reto es mantener vivo el legado del alcalde asesinado, mientras enfrentan el dolor, la presión pública y la exigencia de justicia.
Lo único claro por ahora es que Uruapan se encuentra en un momento crucial, entre el luto, la política y la búsqueda de continuidad en medio de la tragedia.















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